Desde los 10 años tiene un séquito a disposición por ser una de las niñas mimadas de Cris Morena. Se consagró con la banda TeenAngels (surgida de Casi Ángeles), se convirtió en una auténtica it girl que se declara experta en automaquillaje y probó tratamiento de beauty exóticos en sus giras por el mundo. Desde pasado mañana intentará conquistar a Facundo Arana en Cuando me sonreís, la tira televisiva.
A los 10 años se escapó de su casa en Parque Patricios con Ana, su hermana mayor, para ir a hacer un casting en Canal 9 sin saber que la convocatoria era para pertenecer al dream team de Cris Morena.
Fanática de Chiquititas, luego de viajar en colectivo con “destino incierto”, llegó, se anotó, hizo cuadras de cola, y se frustró. No pudo mostrar su talento, se fue endiablada, fiel al estilo de una libriana que está casi en el límite con Escorpio.
Fanática de Chiquititas, luego de viajar en colectivo con “destino incierto”, llegó, se anotó, hizo cuadras de cola, y se frustró. No pudo mostrar su talento, se fue endiablada, fiel al estilo de una libriana que está casi en el límite con Escorpio.
Descubrió que acostarse temprano le
hacía bien y que comer sano no era sinónimo de ensalada, sino de comida
casera. “Nunca tuve problemas con mi cuerpo porque si bien jamás pisé un
gimnasio bailo 6 horas por día desde que trabajo en esto. Bailar te
levanta todo, y principalmente el espíritu”, recomienda emulando a una coach emocional.
Las giras por el mundo la llevaron a
probar tratamientos exóticos de belleza, como el que realizó en el Mar
Muerto: “Intentaba sumergirme en sus aguas y por supuesto no pude,
porque la densidad de la sal te hace flotar. Después me tiré en un pozo
de barro de los que suelen encontrarse en esa región de Jordania. Fue
algo increíble porque me dejó la piel de un bebé. No quiero parecer una
hueca invitando a todos a algo inalcanzable; lo cuento para advertirlos
de que aquí existen líneas con fango de esa zona que funcionan con el
mismo efecto”, describe y acota. “Eso sí – advierte- no se depilen antes
de someterse a esto porque la sal penetra en los poros abiertos como si
fuera una navaja. ¡Morís de dolor!”.
A pesar de tener todo servido, ella trató de no matar su instinto y seguir probando make up o
secretos de herencia en su casa. “Siempre miraba a las maquilladoras
del canal -rememora- al punto que aprendí a automaquillarme. Entendí que
lo que más me rinde es delinear mis ojos con negro, en trazo grueso,
con una línea que me los achina. Después descubrí una crema dorada, que
da un satinadito que se ve muy bien con el efecto del High Definition
de la nueva televisión, algo que cambió las técnicas. Aunque me asisten
desde chiquita y me dicen cómo lookearme y qué ponerme, busco mi propia
onda. No voy mucho a la moda, puedo llevar algo extraño y defenderlo
con hidalguía. De repente me levanto rocker y salgo con tachas y borcegos; otros días estoy en cheta y me pongo un jean, botas y una remerita chic.”
Con la naturalidad con la que describe
este paso a paso, siempre afrontó las fotos de las revistas que, dada su
exposición, vivieron haciéndole guardias periodísticas. “Lo más
pecaminoso que pudieron lograr fue alguna cena en Palermo, cerca de mi
casa, con Benja – se refiere a Benjamín Amadeo (otro ex-Casi Ángeles). N de R: su novio desde hace un año. ¡Somos re locos!”, bromea.
El momento de la producción se acerca y
ella, en un gesto sagaz, intimida al fotógrafo al verlo entrar: “¡Aquí
está la esbelta modelo que pensabas encontrar!” se presenta a su forma,
exponiendo su metro y medio de humanidad con el mismo desparpajo con el
que donó un short de su propiedad para un sorteo entre los fans como si fuera una verdadera joya de la casa de subasta inglesa Sotheby´s.
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